
¿Qué es eso que come? preguntó el empleado de oficina a horcajadas de su buen humor , descansando bajo el sol que rodaba más allá de su calva hacia el monte de espinillos que se incendiaba a lo lejos. Escamas de mariposa contestó el empresario búlgaro que no se empeñaba en mejorar un ápice el áspero acento que conservaba de su lengua materna, idioma de chupasangres y criadores de moscas. Son dulces mientras están frescas, ¿cómo no las ha probado hasta ahora?
0 hay que todavía piden sangre:
Publicar un comentario