“[…] Perder el cuerpo era para los antiguos uno de los dones de la muerte. Perder la memoria, el otro. Sin bien está escrito que habrá el día en que hemos de resucitar en la carne para rememorar aquello que hemos sido. Pero la sabiduría de Dios es insondable.”
5 hay que todavía piden sangre:
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