nadie ya

2
11:37 p.m.
Tenía unos labios hermosos. Aunque tímidos, los ojos se le dilataban a causa de la pobre luz. Su nariz se abultaba delicadamente lo mismo que su boca. Se inflamaban ambas como las espirales que adornan un mueble muy viejo y muy noble. Ocupó el borde del sillón durante un largo rato hasta que el cansancio consiguió vencerla. Entonces bostezó y muy disimuladamente acudió a recostarse. Hacía ya unos seis meses que no tocaba el violín por una tendinitis. Recuerdo que ni bien hubo entrado halló en el atril la partitura de un Concierto de Mozart. Se acercó para estudiarla mientras reconstruía la música con una mano en el aire. Todavía puedo ver sus dedos deletreando en secreto como las campanillas que sacude una ráfaga no presagiada.

About the author

Discípulo de sí mismo, amigo de unos pocos, conocido de casi nadie. Autor de El intruso, Ilión (novela fracasada), uno o dos poemas apenas leídos y algún que otro ensayo que todavía no sabe cómo comenzar.

2 hay que todavía piden sangre:

Pasé a saludarlo...

Le dejo millones de besos!!!

Anónimo dijo...

hola amigo, lo extraño mucho y lo necesito mas...
ya esta en los vinculos de mi pedorro fotolog! a ver si publicitamos este espacio hermoso, como todo lo q escribe.
Lo quiero mucho mucho papi, estoy muy feliz por sus logros y alegrias.